Así es
Parece mentira que se me haya pasado hablar del insigne presidente de los EEUU. Pero recientemente, y por casualidad, he descubierto que hay un movimiento que propone dejar de seguir a Trump en twitter. Una idea tan original sin duda iba a ser imitada en todo el mundo.
No sigas a nadie.
Alguien que usa twitter de manera compulsiva para bien y para mal debería estar en nuestro altar sagrado. Añadamos que se rumorea que las redes sociales pudieron jugar un papel fundamental en su elección y ya tenemos el padre de todos los males de la nueva era.
No voy a perder vuestro tiempo y atención en explicaros lo acertado de la estrategia. A una compañía le preocupa que consumas, a un medio que lo leas, deja de comprar o deja de leer, se infiel y pásate a la competencia. Si lo hace uno, no pasa nada si lo hacen muchos se abren las puertas del infierno. Mirad ahora que da igual que muramos de Covid porque hay que consumir.
Como persona física que reside en el Reino de España me importa una mierda Trump, porque, aunque sufro las consecuencias de sus delirios, sufro más los de una alcaldesa que hace todo lo que puede para quitar el coche de una ciudad en la que ella se desplaza en vehículo oficial.
Y conste que me desplazo a pie, pero tonterías las justas, cuando prometes un cambio y eres incapaz de hacer nada que no sea pintar las calles con estupideces, algunos pensamos que es mejor la sinceridad de los ácratas de siempre. Esos que solo se mueven por el interés de los suyos, pero que demuestran ser fieles a sus ideales.
Casi todos los políticos tienen cuenta oficial de twitter y algunos hasta escriben sus tweets. No sigo a ninguno, porque no uso twitter como persona física. También porque como los medios tradicionales me resumen lo esencial de manera más cómoda, dedico ese tiempo a aprender neerlandés.
Los trinos de (joder he tenido que buscar en google como se llama el tipo de ERC de la impresora) Gabriel Rufián seguramente estarían a la altura de los de Trump en una especie de duelo de titanes a la UFC Tweetera.
Aplaudo la iniciativa de dejar sin voz, quitando el aire, a todos esos prohombres que utilizan Twitter para sus navajazos y sus mentiras.
Alguien, no se muy bien quien, ha creado una colección de gadgets con el motto unfollowTrump, yo he llegado a el buscando Unfollow Collective.
Aunque sepa menos de Photoshop que de Química Orgánica, me he atrevido a crear la Primera Colección Hispánica de Políticos Twitteros.
Nótese que Sánchez, sin duda, tiene el mejor rostro para el merchandising, como ya nos adelantó el Gran Wyoming cuando propuso públicamente que se dejase barba.
Lo hemos remediado
Adicionalmente hemos cambiado nuestro logo por el color que suponemos es el oficial de cada partido. Si nos hemos equivocado ha sido fruto de la pereza que nos producía llamar a su gabinete de prensa.
Si alguien quiere la camiseta o una taza, pues ya sabe el camino. Las fotos las hemos sacado de “por ahí” y si alguien tiene algún problema que nos lo diga, porque las borramos y “Aquí paz y allí gloria” o cómo se diga.
DISCLAIMER DEL COPÓN: No me gustaba mucho el tema del color y además nuestro logo es rojo. Dos piedras políticos.
No se vayan todavía, aún hay más.
En una increíble labor de investigación hemos recopilado en esta página las cuentas de tweeter de algunos de los políticos. Rivera, Sorry, no sabía que no eras el capo de Ciudadanos .Se te fue la mano a lo Trumo y te pasaste de frenada o algo así. Dicen